Ju Hua 菊花 – El crisantemo

Crisantemo kiku sumie María Eugenia Manrique

El universo asoma a la vida junto con nosotros;                                                         junto con nosotros, todas las cosas son una sola.                                                                                                      Chuang-tzu

En el noveno mes del año, cuando comienzan a mermar las horas de luz y las noches ganan espacio sobre los días, se celebra en Japón el Kiku no Sekku – Festival del Crisantemo -, tradición que tiene su origen en la milenaria cultura China, ritual estacional, durante el cual se acostumbraba a contemplar las flores del crisantemo, mientras se degustaba el vino de esta flor, con el fin de ahuyentar los espíritus que se esconden tras las sombras.

Mientras las bajas temperaturas, con sus ráfagas de vientos fríos, despojan los paisajes del verde de las hojas y las demás flores van perdiendo el brillo y el color, el crisantemo ofrece sus pétalos a la luz otoñal, manteniendo su belleza natural, con un esplendor capaz de desafiar a las temperaturas más intimidantes y a las nieves tempranas.

Por esa entereza que le caracteriza, en la Vía de la pintura oriental – sumie, el crisantemo es el caballero encargado de recordarnos que no existen caminos sin adversidades. Al pintarlo, nos muestra que una manera de hacerles frente para mantenernos en la Vía, es disolver nuestro <yo> pincelada tras pincelada, hasta llegar a entrar, por breves fragmentos de tiempo, en ese espacio de conciencia inmaterial donde la naturaleza se manifiesta en su totalidad, descubriendo en la propia experiencia que; El todo es mucho más que la suma de sus partes.

Crisantemo kiku sumie Maria Eugenia Manrique

Esta magnífica flor, que logra resistir y mantener su vitalidad hasta la llegada de las grandes heladas, atesora en la integridad y cohesión de sus innumerables pétalos, la fuerza que le asegura su resistencia. Representa el valor de la unión, de los vínculos que nos relacionan, fortalecen y nutren a lo largo de nuestra vida, es posible que por ello, en China, su país de origen, crisantemo se pronuncie exactamente igual que la palabra reunirse, significativamente; estar juntos.

Crisantemo kiku sumie Maria Eugenia ManriqueCon una historia de más de tres mil años, los crisantemos simbolizan dentro de la cultura china; nobleza, tranquilidad, sinceridad y longevidad. Se estima que los primeros crisantemos llegaron a Japón en el siglo VIII, donde despertaron tal admiración en el pueblo japonés que fueron adoptados como flor nacional, siendo elegidos por el propio emperador para ser el símbolo del emblema de la Familia Imperial Japonesa y de la unión familiar.

En mi camino de aprendizaje, el crisantemo está unido a las enseñanzas que recibí del maestro Li Weixiu  (李为岫) en la ciudad de Hangzhou. Después de observar mis trazos y aceptarme como alumna, decidió que tenía que centrarme en el crisantemo como tema primordial. Así cada tarde, en su taller junto a la biblioteca de la China Academy of Art, frente al lago del oeste, durante horas el maestro Li se esmeraba en trasmitirme con su presencia siempre atenta, la concentración que demanda el crisantemo al momento de pintarlo.

Maria Eugenia Manrique China Academy of Art Hangzhou

Maria Eugenia Manrique China Academy of Art Hangzhou

En la práctica, para el maestro Li, lo más relevante era hacerme entender la importancia de observar como los pétalos del crisantemo crecen, aparentemente desordenados, dispuestos al igual que los rayos del sol. Sentir como las pinceladas que nacen de trazos únicos, van en busca de un centro común, donde se funden, cual reflejo, con el propio centro de quien guía el pincel. Uno a uno, cada pétalo se ha de integrar hasta dar forma a la totalidad de la flor, de manera que cada pétalo sea la flor y la flor se encuentre en cada pétalo.

En el transcurso de los años, cuando en mi estudio el pincel me guía hacia el crisantemo, experimento como el ánimo se suspende con una devoción interna hacia la experiencia de la belleza. Siento el silencio que, sin oponerse a la palabra, se mantiene presente, transformando una realidad que desde dentro surge en los trazos que me unen a la totalidad, al tiempo que me ofrecen la entereza necesaria para proseguir en el camino.

Kakizome 書き初め – 2014

Kakizome shodo maria eugenia manrique

Cinco palabras para las estaciones

Prosiguiendo con el ritmo natural de la existencia y en armonía con la esencia cíclica de la vida, retomo de nuevo la escritura; causalmente poco después de haber realizado la práctica del Kakizome – primera caligrafía del año –, tradición japonesa que reúne a miles de estudiantes, practicantes y maestros de caligrafía, concentrados todos en un mismo fin: escribir las primeras palabras del año, con el deseo de que el pulso transmitido en cada palabra, influya de manera positiva en el curso vital de las próximas cuatro estaciones.

maria eugenia manrique shodo japon caligrafía

Entiendo las tradiciones como legados de tiempos pasados, herencias generacionales que nos ayudan a respetar y mantener con vida valores simbólicos, gracias a los cuales nos vinculamos con la esencia de la humanidad. Cuando las tradiciones forman parte del aprendizaje de un arte como la caligrafía, representan una entrega que se concede de generación en generación, dentro del mismo proceso vital de la enseñanza. De esta manera, la práctica del kakizome, me ha sido entregada como una tradición a seguir dentro de la Vía del Shodo – camino de la escritura -, a través del cual nos encontramos con nuestro espacio interior, reconociéndonos en el aquí y el ahora en cada trazo que escribimos.

Seleccionar las palabras para la primera caligrafía del año, es como elegir un regalo para compartir más allá de las fronteras de mi propio ser. La práctica en sí, es comparable a realizar un viaje extraordinario, en el que las palabras representan nuestro valioso equipaje, mientras que el papel y el pincel son los compañeros que elegimos para recorrer la travesía. Al disponer el espacio, desplegamos el mapa que nos mostrará el territorio a seguir.

Una vez que los elementos están listos, llega el momento de preparar la tinta para comenzar la andadura. Siguiendo un ritmo pausado pero continuo, casi solemne, se abren las puertas a un estado meditativo en el que también se disuelven los pensamiento, el tiempo, las distancias… en el tintero, el agua clara alcanzará un tono negro profundo, al tiempo que se hace presente la compañía de un gran grupo de personas, que en lugares distantes del mundo, también se preparan para el inicio del kakizome.

maria eugenia manrique shodo caligrafia japon tinta pincel

El pincel se impregna en la tinta mientras la mirada se abstrae sobre el papel. Pulso y respiración conforman el compás que orienta y conduce, desde el primer trazo hasta el último. Al concluir, las palabras quedan manifiestas, lentamente el pincel retoma su lugar.

En esta ocasión, son cinco las palabras que se han congregado en mi caligrafía. Cinco palabras que deseo ofrecerles como compañeras para vuestro camino de los próximos meses.

Salud – Sinceridad – Voluntad   – Paz – Reflexionar

Luego de escribirlas, han permanecido durante doce días suspendidas enalteciendo mi estudio. Finalmente, como parte imprescindible del ritual que establece la tradición, las he entregado al abrazo del fuego.

maria eugenia manrique shodo caligrafía

Dicen en Japón, que si las cenizas del kakizome alcanzan las alturas, la habilidad caligráfica de quien lo ha escrito mejorará durante ese año. Hemos tenido suerte, el viento ha estado a favor esa noche, mientras las cenizas remontaban hacia el cielo, este proverbio tibetano llenaba mi corazón:

“La palabra debe ser vestida como una diosa y elevarse como un pájaro”

TEN-YOU 天遊

Ten-You shodo kodaimoji zen

Maestra del arte primitivo y sagrado  Kodaimoji – 古代文字

Hay personas que al conocerlas sentimos como nuestro mundo se enriquece, pero la verdadera fortuna llega cuando podemos compartirlas. Para mí, la artista y maestra Ten-You, es una de esas personas. Por ello me siento agradecida, es un placer presentarla con respeto y admiración.

Escribir sobre Ten-You es recordar…

Una mujer menuda. Descalza. Vestida en kimono de tonos lilas, estampado con flores naranja y manchas de tinta. Ante la presencia del público está sola. Concentrada frente al blanco papel de gran formato. En una mano; un grueso pincel, en la otra, una vasija que contiene tinta. El silencio acompaña la respiración…

Con suavidad comienza a cargar el pincel de tinta, su mirada se funde en el papel. Súbitamente, con un gesto decidido, abre la puerta de los sentidos expectantes; el primer impacto del pincel sobre el papel corta el aliento.

Sus movimientos se transforman en trazos de tinta que impregnan el papel. Como la luz de un relámpago; deslumbra y asombra en intensidad. Se detiene, ha concluido. Respira y recupera la quietud.

El ancestral pictograma de <Trueno> ha cobrado vida en el papel. La intensidad y la energía de Ten You sensei aún palpita en el espacio. Por unos minutos, nada se mueve.

TEN YOU kodaimoji shodo zen

La fuerza creativa que impulsa a Ten-You sensei, está íntimamente ligada al arte primitivo y sagrado del Kodaimoji – 古代文字, término japonés que hace referencia a los antiguos caracteres de la escritura china, conocidos como jiǎgǔwén. Pictogramas e ideogramas grabados en conchas de tortuga y huesos oraculares, cuyo origen se remonta a la dinastía Shang tardía, hace más de 3.000 años.

Kodaimoji shodo

Signos y símbolos que nos aproximan a tiempos en que los seres humanos convivían integrados con la naturaleza en plena armonía. Legados de un pasado ancestral, a través de los cuales se expresaban las fuerzas supremas e indivisibles del cielo y de la tierra.

Ten-You sensei nació en Setagaya, uno de los 23 municipios que forman la superpoblada ciudad de Tokyo. Paisaje urbano en el que conviven; rascacielos y templos, anuncios fluorescentes y lámparas de papel, barrios de tecnología y jardines que son un auténtico remanso de paz. Contrastes y contrapuntos en los que cada persona ha de elegir un camino a seguir y encontrar su lugar. Para Ten You, el camino es el Shodo – Vía de la escritura  y su lugar; el templo Tennoji, uno de los últimos refugios de la Escuela Budista Tendaishū, situado en el corazón de Yanaka, barrio que todavía mantiene su carácter tradicional.

Maestro kodo hato kodaimoji shodoDiscípula del maestro Koho Kato, uno de los primeros y más relevantes calígrafos japoneses del Kodaimoji, desde el inicio se despierta en ella la pasión por el arte caligráfico primitivo, llegando a comprender que el estudio y la práctica de estos antiguos caracteres, representa una Vía que favorece el despertar y el desarrollo del potencial humano, que habita en el interior del ser. Proceso en el que se abren las puertas de la percepción hacia la propia esencia, dejando el camino libre a la expresión pura de nuestro espíritu creativo más primario.

Ya has recibido el soplo del viento, son las palabras que el maestro dice a su discípula cuando llega el momento de emprender el vuelo.  A partir de ese día; Ten You comienza el tejido de su propio camino como maestra, que le llevará a encontrar su lugar y crear el grupo Ten-You Gummi, en el cual se congregan artistas que comparten el interés y el entusiasmo por difundir la práctica de Kodaimoji en diferentes culturas y países.

Ten-You y su grupo organizan talleres, exposiciones y eventos solidarios, en todos los ámbitos posibles. Colaboran con las escuelas primarias, donde trasforman las clases en espacios de juego, para enseñarles a los niños el arte caligráfico. Hacen divertidas sesiones de padres e hijos, siempre a través de la práctica de la caligrafía. Cada año viajan fuera de Tokio tendiendo puentes para compartir y mostrar a otras culturas su legado atávico.

Shodo class

En la ciudad de Tokio las clases y prácticas de Kodaimoji se realizan en el gran salón del templo Tennoji. El espacio se prepara en total armonía con la esencia del entorno. Cada sesión se inicia practicando el mujibō o Línea Vacía, también conocida como Línea Zen. Este ejercicio aparentemente simple, representa una meditación activa, fundamental para el inicio de la práctica.

Shodo mujibō Línea Zen

El trazo de una única línea requiere de una concentración absoluta; acción que involucra la respiración y el movimiento corporal. Todo sucede en un breve espacio de tiempo; el pincel descarga la tinta en el papel, dejando plasmado el instante sin mediaciones. Un modo de mirarse en el aquí y ahora, percibir el estado interior y entrar en la práctica.

La clase prosigue bajo la atenta guía de Ten-You sensei estudiando y seleccionando los antiguos pictogramas, donde cada persona tiene su espacio para la práctica. El tiempo parece suspenderse, sobre los papeles van quedando trazos en los que se funden cuerpo, mente y espíritu; reflejos de una conexión profunda entre el pasado ancestral y el momento presente.

Ten-You  天遊 es el gagou o seudónimo como artista de caligrafía, formado por los caracteres: cielo 天  y jugar 遊. Aprender y practicar Kodaimoji junto a Ten-You, es experimentar el vértigo que se llega a sentir frente al papel en blanco, junto al impulso súbito que lleva hasta el salto y el trazo. De mi breve, pero intensa experiencia junto a Ten-You, tengo muy presente una sensación próxima a la idea de jugar en un lugar tan alto y expansivo como el hondo cielo, en la que su presencia siempre atenta, nos orienta y anima a vencer el miedo para lanzarnos al abismo del ser interior.

Maria eugenia manrique shodo

Las clases en el templo Tennoji están abiertas a cualquier visitante que desee participar de la experiencia, no es necesario tener preparación artística para vivir esta auténtica tradición cultural de la mano de Ten-You sensei, con el apoyo del grupo Ten-You Gummi. Muy diferente a lo que pueden ofrecer las guías de viaje o las actividades programadas para turistas, es lo primero que recomiendo cuando alguien me dice que está planeando visitar Tokio.

Gracias a la complicidad de Yasuka san – quien con tanto afecto ha preparado las indicaciones para encontrar el salón principal del templo Tennoji -, les puedo mostrar las imágenes del camino a seguir para iniciar un viaje único y extraordinario que comienza cuando la estatua del Buda, ofrece su bienvenida desde el jardín.

Budhha templo Tennoji tokyo japón

Templo Tennoji Tokyo japón

Llega el momento de dejar a un lado la voz escrita y ceder el lugar a la propia Ten-You sensei, quien nos regala en las imágenes de este hermoso vídeo la esencia del Kodaimoji.

ten you

AI WEIWEI – 艾未未

Ai weiwei retrato

El vacío como denuncia

Ai Weiwei es solo uno, de los mil millones trecientos y tantos mil habitantes del gigante asiático. Ai, como le llaman coloquialmente, no posee superpoderes, no es terrorista, no tiene a su mando un ejército con armas de destrucción masiva, sin embargo; parece ser una amenaza para el gigante.

Nació en Beijing hace 56 años, su biografía la podemos leer en los miles de resultados que se obtienen al buscar su nombre en Internet: Artista contemporáneo, disidente chino y activista social. Su obra engloba la escultura, instalación, arquitectura, fotografía, cine, curaduría…siempre dentro del marco de la crítica social, política y cultural.

Ai Qing, Selected Poems

 

Hijo de Ai Qing, uno de los poetas más conocidos del país, exiliado político enviado a las granjas de Manchuria a finales de la década de los cincuenta y que, posteriormente en 1980, recibiría la distinción honorífica otorgada por el Ministerio de Cultura de Francia: Commandeur des Arts et des Lettres.

 

 

Ai Weiwei tiene una sola y única arma: el ARTE con mayúsculas, porque es el arte que denuncia; que trasciende fronteras e idiomas y que gracias a las comunicaciones virtuales, nos llega directamente a casa.

A partir del estudio y la transformación de elementos simbólicos de la cultura china, en su trabajo; Ai desgaja arquetipos tradicionales para convertirlos en símbolos y crear obras que se funden en arte contemporáneo. Sin andarse por las ramas, su obra va directa a la denuncia, como si se tratara de un altavoz que lanza mensajes en imágenes. Imágenes plenas de un simbolismo que se mantiene en justo equilibrio con la estética visual.

Este año, Ai Weiwei ha sido invitado como jurado al Festival de Cine de Estocolmo que se celebra del 5 al 17 de noviembre y que causalmente, tiene como tema La Libertad.

El Universal Ai Weiwei

Un pasaporte retenido y una prohibición de salir del país, no son suficientes para ausentar a Ai Weiwei del evento, quien manifiesta: Lamento no poder asistir, por eso concebí y envié un objeto simbólico; una silla vacía. Una silla imposible de ser ocupada, ya que tiene un bastón curvado que firmemente atraviesa el asiento. Inspirada en el estilo de la dinastía Ming  (1368-1644), enviada desde Pekín, la silla de Ai fue ubicada en medio de las sillas de los otros miembros del jurado.

Ciertamente, la silla vacía de Ai Weiwei  no es la única en la historia. En el 2008, el Premio Sájarov para la Libertad de Conciencia fue otorgado a Hu Jia, joven disidente chino y activista por los Derechos Humanos. Retenido políticamente e imposibilitado a salir del país, durante la entrega de los premios, el testimonio de Hu Jia fue proyectado sobre una gran pantalla. Su asiento vacío, sería testigo silente de la ovación cerrada que recibió.

También quiero recordar cuando en la navidad del 2008, miles de ciudadanos y activistas colombianos dejaron sillas vacías en plazas y calles de sus ciudades para protestar en contra de los secuestros y las ejecuciones extrajudiciales, a través del vacío manifiesto.  Yo también dejo un puesto vacío en navidad por los secuestrados; fue la consigna de las sillas vacías en Colombia, para no olvidar a todas esas personas que luchan por el derecho a la libertad y a la vida.

La trascendencia primordial de la denuncia propuesta en la silla de Ai Weiwei, podría hacernos olvidar la importancia de la obra de arte en sí misma, por lo que me interesa especialmente resaltar dos aspectos simbólicos de ésta, que desde mi apreciación tienen gran relevancia:

Ai Wei wei silla vacía Festival de Cine de Estocolmo 2013

El estilo

De todos los estilos posibles de sillas chinas, Ai Weiwei elige el de la dinastía Ming, término que significa “brillante”. Época de gran crecimiento económico, considerada como la última de las dinastías auténticamente chinas (le siguió la dinastía Qing de origen manchú). Durante este extenso período de tiempo, socialmente destaca una sucesión de alzamientos campesinos, que sin temor a la fuerza de los ejércitos Ming, se sublevaban contra la corrupción y abusos de poder de sus gobernantes.

Con respecto al desarrollo de las artes, se podría resumir que fue un período de esplendor cultural. Dentro del gran refinamiento que alcanzaron las artes durante esta dinastía, particularmente me interesa la coincidencia de que la silla pertenezca al período en que vivió y creó el pintor Xu Wei, uno de los pocos artistas chinos declarado como loco. Autentico expresionista, que al igual que Ai Weiwei, reivindicaba la libertad en su obra.

El vacío

Según el pensamiento chino, el vacío no es, como podría suponerse, algo vago e inexistente, sino un elemento eminentemente dinámico y actuante. Constituye el lugar por excelencia donde se operan las transformaciones, donde lo lleno puede alcanzar la verdadera plenitud.

Francois Cheng

Términos como vacuidad, insubstancialidad o latencia, intentan definir aquello que sabemos que existe, pero que sólo encontramos su evidencia en su no existencia.

En esta obra, Ai Weiwei nos muestra la ausencia a través de una existencia física. El vacío en el objeto manifiesta una presencia insustancial. Infinito potencial latente que inherente a la vida, no siempre es notorio o evidente, pero que se puede percibir porque es la naturaleza misma de la existencia.

Lo que diferencia la silla vacía de Ai Weiwei, concebida por él para representar la privación de su libertad, es que en esta obra;

el artista no ha dejado un espacio vacío

el artista ha llenado su espacio con el vacío.

AWARE y HAIKU – 哀れと俳句


Vicente Haya Aware Haiku

Después de unos días en los que he cambiado las calles por senderos de montaña, sillas por rocas junto al arroyo, farolas por cielo abierto y luna llena…regreso, con el profundo sentimiento de proximidad con la naturaleza, para escribir: aware y haiku

AWARE

Intensa emoción que experimentamos ante algún suceso o existencia

 de la vida y la naturaleza.

Aware es una palabra íntimamente ligada a la sensibilidad japonesa. Si buscamos su traducción literal nos encontraremos con la definición de <tristeza> / <lamento>. Pero aware no se puede traducir en un solo vocablo o con una sola emoción, es una experiencia única, que se despierta en nuestro interior a partir de algo que acontece en el exterior, que nos asombra y que percibimos a nivel profundo. Simple visión de la realidad en la que se funden espíritu y suceso, lo más cercano a la vida y la naturaleza. Sin la compleja intervención del intelecto, el aware sucede en un instante y nos conmueve a tal punto, que se adentra en nosotros y nos toca el alma.

En palabras de Vicente Haya, el aware es: “la incandescencia íntima que nos contagia la experiencia del mundo. Sentir el mundo como fuego, como dinamismo que desbarata la realidad y la recompone en cada instante”.

Y junto a la experiencia del aware se siente el agradecimiento y la necesidad o, más bien la responsabilidad, por compartir esa emoción que nos ha regalado el universo. Para los japoneses la vía de expresión del aware es el haiku.

HAIKU

Expresión poética del aware. Sin aware no hay haiku…

“La palabra humana que se transforma en haiku es la expresión de un silencio profundo y ancestral que es previo y posterior a nuestra existencia como criaturas.”

Vicente Haya

Haiku es un término que se extiende velozmente en nuestro vocabulario occidental. Género popular de la poesía japonesa, definido erróneamente como un poema breve. Cada día hay más personas interesadas en el haiku, talleres intensivos de haikus, libros de haikus, grupos de escritores de haikus, marcas de cosmética llamadas Haiku!..….pero, qué sabemos realmente sobre el haiku?

Creo que, si tal como lo vemos, el haiku en occidente está traspasando la frontera de la poética para convertirse en moda, resulta imprescindible para las personas que sienten un mínimo respeto por la poesía y su cultura de origen, profundizar en el tema. Solo así podríamos vencer la lamentable frivolidad que va unida a las modas y aproximarnos al haiku con la atención y la honestidad que se merece.

Por fortuna y como equilibrio a esta expansión del haiku, el mes de marzo de este año, la editorial Kairós ha publicado el último libro de Vicente Haya:

< AWARE – Iniciación al haiku japonés >

Vicente Haya es Segoviano, Doctor en Filosofía y traductor de japonés, discípulo del maestro Reiji Nagakama. Con 17 libros publicados sobre haiku, actualmente Haya está considerado como el máximo experto en haiku en  lengua castellana.

Escucharlo hablar sobre haiku transmite emoción y respeto. Su elocuencia conmueve y despierta interés por salvaguardar las virtudes más íntimas del haiku. Porque un haiku no es un poema breve, no tiene lectura simbólica, no es necesariamente un conteo de sílabas repartidas en tres líneas..… El haiku es esencialmente la expresión de lo sagrado, su origen no está en la vista sino en la piel.

En las 306 páginas que componen el libro, Vicente Haya establece 88 puntos fundamentales para comprender el haiku. Este libro, indispensable para cualquiera que quiera adentrarse en la Vía del haiku, es también una lectura amena, ideal para llevar en la mochila y descubrir el sentir del viaje, más allá de las palabras.

Vicente Haya Aware Haiku

Como un breve adelanto, les copio del punto 17. El haiku surge del silencio

“El haiku te invita a huir de la ciudad, porque necesitas del silencio. Tan solo poner fin a nuestro ruido cotidiano podrá concedernos el estado de apertura a la Naturaleza que va a nutrirnos espiritualmente y a sanarnos de nuestras enfermedades del alma. Y eso lo conseguiremos agudizando nuestros sentidos dentro del silencio.”

Haiku del poeta Taneda Santôka con su correspondiente comentario:

  水にそうていちにちだまつてゆく

Mizu ni sotte ichinichi damatte yuku

Bordeando el agua

todo el día

voy callado 

 El haiku surge del silencio - Taneda Santôka

“Aunque no se declare expresamente, hay una sensación de que el poeta y el agua se dan compañía, y mantienen alguna clase de relación. El silencio del poeta es la respuesta a la voz del agua. Así es el diálogo que lo sagrado ha establecido entre ellos. Algo ya sabemos con certeza: si llevas tu ruido a cuestas, no puedes acompañar a los sonidos de la existencia.”

Lan Hua 兰花 – Orquídea Silvestre

Lan Hua 兰花

Si el bambú, es el caballero que nos abre las puertas de entrada a los senderos de la tinta y el pincel, la orquídea de oriente, con su sensibilidad, es quien nos ofrece la bienvenida.

A diferencia de las orquídeas cultivadas, la orquídea silvestre de oriente, se esconde entre las rocas o se refugia discretamente en el paisaje. Crece en zonas apartadas e inaccesibles de bosques y montañas. De manera reservada y silenciosa, con sencillez, es la encargada de mostrarnos la grandeza de las cosas más pequeñas.

Aprender a pintarla es sin duda un privilegio, pero también un compromiso. Con cada nueva pincelada que nos muestra la orquídea, se despierta un compás interior en los sentidos. De nuestra atención, depende tener la oportunidad de acceder a la integridad de su enseñanza sutil y profunda.

Sus elegantes hojas, que se alzan con una presencia sosegada, me enseñaron que delicadeza y fortaleza son virtudes afines. Esta pequeña planta, que podríamos fácilmente perder de vista si apuramos el paso, se caracteriza por su resistencia y autosuficiencia. Busca reguardo junto a los árboles o al abrigo de las piedras, vagamente ligada al apoyo y a la protección que éstos le brindan.

Lan Hua418

Se la reconoce como un carácter tenaz, capaz de crecer de manera independiente, en lugares recónditos, donde muchas otras plantas no podrían mantenerse. Al margen de todas las dificultades del entorno, sin excesos, logra con moderación encontrar su lugar en el camino, para conservar el brillo, la gracia y el perfume, atributos que le han llevado a ser símbolo de exquisito refinamiento y entereza, honrada de forma muy especial por la cultura oriental.

Lan Hua421Y entre las hojas, a la luz de la primavera, se abren sus pequeñas flores. Discretas pero evidentes, parecen danzar al ritmo de un viento casi imperceptible. Ellas no esperan ser descubiertas, ni admiradas, para desplegar sutilmente su tenue fragancia, representan a la vez modestia y humildad, valores que enaltecen la nobleza del espíritu.

En el camino del sumie, la orquídea nos muestra en armonía el equilibrio entre fuerza y sutileza. Si nos permitimos ser guiados por ella, en cada movimiento del pincel, los pensamientos se disuelven y la soltura se manifiesta unida a lo inevitable, desplegando así los espacios de la naturalidad. Mente y corazón se integran al unísono, dejando al descubierto la magnificencia de la naturaleza en nuestra vida.

Según los antiguos textos sobre los fundamentos de Pintura China, pintar la orquídea es como cantar los mantras sagrados. La armonía de las pinceladas y la sutil diversidad de sus tonos, pueden llegar a vibrar en consonancia con el Todo, al compás del ritmo creativo de nuestro universo individual.

En el ámbito del espíritu, la orquídea silvestre representa la esencia íntegra y cíclica del nuestro ser, junto a la capacidad de crear y de permanecer. Sin escatimar, nos devela el júbilo que emana sin mayores pretensiones, simplemente por el estar de manera consciente, ser y dejar ser.

Durante el siglo XIV, entre los mojes pintores de las escuelas de Budismo Chan –actual Budismo Zen en Japón -, la pintura de orquídeas fue adoptada como práctica para aproximarse a la serenidad que acompaña a un espíritu diáfano y humilde. En palabras de Chüen Yin, monje pintor de la escuela del budismo Chan:

“Cuando sentimos el espíritu ligero y nuestro corazón palpita sereno, es el momento de pintar la orquídea. Sus hojas crecen como si volaran y revolotearan al viento, sus flores, se abren llenas de alegría.”

En estos meses de primavera, he sentido el deseo de rendir un homenaje a la orquídea silvestre. Pintarla una y otra vez ha significado un verdadero regalo y goce para mi espíritu, dejándome llevar por los matices de la tinta y la danza del pincel. En medio de un mundo saturado por la inmediatez y la confusión, su presencia en mi estudio se deja sentir como un aroma fresco. Por ello, le agradezco gentilmente sus enseñanzas y quedo por siempre, prendada de su belleza.

POESÍA CHINA 中國詩

Poesía china 2

Desde el momento que sentí la necesidad de escribir sobre poesía china, tomé conciencia de haber entrado en un camino tan extenso y exuberante como intrincado.

Con más de treinta siglos de historia, la poesía china está considerada como la más antigua del mundo. Pero no es por su antigüedad, sino por su calidad literaria, que representa un acervo cultural y espiritual para la humanidad.

Ante tal magnitud y, con un sinfín de senderos posibles de seguir, decidí ralentizar el paso, a fin de encontrar el pulso necesario, para no perderme, e intentar centrarme en transmitir una modesta aproximación inicial del tema.

Pido entonces permiso, y les invito a entrar a través del Gran Prefacio del Libro de las Odas; Shī Jīng . 詩經, tercero de los cinco Clásicos Confucianos. Porque es en este texto, donde encuentro las palabras con las que quiero comenzar nuestra ruta:

 < La poesía es el movimiento del corazón >

Esta frase certera y limpia, nos permite vislumbrar que para los antiguos chinos la poesía representaba la expresión de mente/corazón, que mientras está dentro del ser es intensión y una vez que encuentra forma en las palabras, es poesía. Fuerza transformadora, capaz de mover cielo y tierra, a través de la cual se hace posible el encuentro con el origen de todas las cosas;  El Indefinible Tao.

Caligrafía China - Shodo Poesía de María Eugenia ManriqueLa cualidad espiritual que caracteriza a la poesía china, se ve reflejada en la propia escritura  del término <poesía>: 詩

Carácter compuesto de dos partes: 

    palabra  言 y  monasterio 寺

Caligrafía China - Shodo de María Eugenia Manrique

 

 

 

 

Es en los espacios sagrados de templos y monasterios, donde comienza la poesía. Para el budismo Chan, actual budismo Zen de Japón, la poesía representa una Vía para alcanzar el espíritu o Shen: Esencia de la vida.

Durante la práctica de la meditación, en el Dojo se recitan los sutras, que al oído, se Sutra del Diamanteescuchan como cantos o poemas sagrados de la palabra de Buda.

En sus orígenes, la poesía china estuvo fuertemente vinculada a la música y a la danza. Posteriormente, con la aparición de la caligrafía y la pintura, la poesía se encuentra con un medio de expresión idóneo, que no solo le ayuda a difundirse, sino que la nutre y la refuerza. A partir de allí, poesía, caligrafía y pintura constituyen en su conjunto una importante manifestación artística de la cultura china, hasta el punto de ser reconocidas como las Tres Perfecciones; San Jue . 三绝

La poesía y la caligrafía

La poesía recibe de la caligrafía el don del trazo, a través del cual, cada palabra escrita pulsa con la fuerza vital de quien la escribe, logrando trasmitir mucho más que el mero concepto que la define.

Ese trazo caligráfico, en el que el ritmo y el movimiento del corazón encuentran la voz y el silencio del poema. Esa energía indescriptible, que se funde de manera espontánea con lo inmediato, capaz de hacernos sentir una emoción independiente de la propia escritura, y a través del cual, se puede llegar a alcanzar un estado mental de integración entre lo material y lo espiritual.

Para los practicantes de Shodo – camino de la escritura -, copiar antiguos sutras y poemas, es adentrarse en uno de los parajes más hermosos del aprendizaje. Desde el momento que se seleccionan los textos y poemas para el Shodo, comienza la experiencia.

Caligrafía Shodo María Eugebia Manrique

Cada palabra adquiere un significado por sí misma y al mismo tiempo no es ajena al Todo donde habita. Los materiales se ordenan y se muele la tinta. La mente queda suspendida, con la mirada atenta, sin tensión. El espacio exterior se diluye, para dar paso al silencio de nuestra esencia profunda. Los trazos surgen del cuerpo a través del pincel y casi como un reflejo, se siente como la voz de las palabras escritas alcanza al corazón. La emoción es serena, el tiempo desaparece.

En este punto quiero presentar al poeta Si Kongsu 司空图 (837-908) autor de los poemas que en estos momentos, representan mi fuente de estudio en la práctica del Shodo. Poeta poco conocido fuera de China, cuya obra no solemos encontrar en las clásicas antologías de poesía china, probablemente porque se le considera más teórico literario que poeta, autor de una las tres obras más importantes y hermosas de la estética literaria china; Las veinticuatro categorías de la poesía, de la cual contamos con una excelente traducción y edición a cargo de Pilar González España. Ed. Trotta

Convertido al budismo y al  taoísmo, a la edad de 48 años, Si Kongsu, sintió la imperiosa necesidad de alejarse de las tragedias mundanas, para buscar la paz al abrigo del monte Hua, en el valle de Wangguan. Allí, se dedicó a construir y restaurar antiguos templos budistas, destruidos durante la fuerte represión antibudista de años anteriores. Durante esos años de retiro, con la naturaleza como compañera, Si Kongsu escribió los veinticuatro poemas de esta obra maestra. Cada uno de sus poemas está precedido por un breve texto o preludio, escrito en prosa por Gong Bilan, que tienen como finalidad abrir los sentidos a la poesía que acompaña.

LO ESPONTÁNEO Y LO NATURAL

El preludio:

María Eugenia Manrique Cirque de Gavarnie Francia

<Empezar es seguir, continuar la marcha dejando que las cosas sean simplemente, que el sol se ponga, que los árboles duerman en su noche, que las aguas brillen de nostalgia. Ya estás en el camino, en el único que has transitado y construido. Allí has encontrado tu verdad sin verla, desperdigada entre la hierba, vertical y floreciendo, sembrando por doquier la realidad. Recoge todos sus frutos, los dulces y los amargos. Cualquier cosa puede ser un don. Hay que mirar abajo, a todo lo que está tendido o brotando sobre la tierra, a todo lo que se ha rendido a nuestros pies. Lo más preciado se esconde ínfimo en la maleza. Y nadie se ha fijado, solo tú. Recoge cuanto puedas, cuanto se entregue y se ofrezca. Con muy pocas palabras podrás significarlo todo, porque infinitos son los mundos que se reflejan. Desgarrarás así el tejido del silencio por una sola de sus costuras y las palabras brillarán más, sonando como cristalitos rotos. Y es que el Cielo no descansa en repetirnos la belleza, insistiendo una y otra vez cada día, en cada sol cuando amanece>.

La voz del poeta…

…….

seguir la Vía siempre hacia delante

y de un solo trazo surgirá la primavera

encontrarás así las flores que se abren

y admirarás el tiempo de la estación que adviene

lo auténtico no puede ser tomado por la fuerza

lo deliberado es el fracaso simplemente

……

con muy pocas palabras se iluminará tu corazón

porque el torno del Cielo rueda interminablemente

WABI-SABI 侘・寂

María Eugenia Manrique Wabi Sabi

Uno de los retos de nuestra cultura contemporánea es buscar la permanencia, intentar concluir y alcanzar la perfección.

Sin embargo….nada es permanente, nada está terminado, nada es perfecto.

Gracias a esa transitoriedad e imperfección, el transcurso del tiempo deja su impronta y permite el desgaste natural, tanto de los objetos creados, como de la misma naturaleza.

Esa belleza proporcionada exclusivamente por la fugacidad, el deterioro y la pátina del tiempo, se aproxima a la descripción del término wabi-sabi, ideal de la estética japonesa, el cual probablemente surgió como respuesta antagónica, a la suntuosidad de los grandes palacios y de las artes orientales. Conjuntamente, con la necesidad espiritual de depurar lo innecesario o superfluo, para poder encontrar la verdadera esencia de la vida.

Wabi, sugiere sutilmente conceptos de moderación, sobriedad, austeridad…                             Sabi, conlleva soledad, vejez, desgaste…

María Eugenia Manrique Alrededores de la montaña de Montserrat

El concepto de wabi-sabi se encuentra estrechamente relacionado con los principios estéticos del Zen, propuestos por Shin’ichi Hisamatsu, filósofo y erudita del budismo Zen, en particular con el principio de Kokoo o dignidad solitaria. Este principio se refiere especialmente, a los cambios naturales que se manifiestan con el paso del tiempo y que representan las cualidades de la edad. Esa pátina antigua en que se ha transformado el brillo inicial, dejando ver la belleza y la dignidad, que solo se alcanzan a través del uso y de la existencia.

En la actualidad, los principios estéticos de wabi-sabi, han impregnados diferentes ámbitos de nuestra vida contemporánea: objetos envejecidos con procesos artificiales, vestimentas rotas o desteñidas en las propias fábricas, paredes tratadas para aparentar el deterioro del tiempo…intentan suplir la necesidad natural que tenemos, de percibir las huellas por el uso o el paso del tiempo.

Más, cuando nos encontramos con cualquier objeto, auténticamente rústico, envejecido de forma natural, o que presenta irregularidades en su estructura, si nos lo permitimos, experimentaremos una sensación de belleza que evoca melancolía, o nostalgia serena, imposible de imitar artificialmente.

La simplicidad, la frescura, la aceptación de los cambios, nos regala, aunque sea por instantes, una especie de liberación del apego que tenemos hacia lo material, y nos muestra el camino hacia una vida más simple, mucho más cercana, e inherente al proceso natural de la existencia.

 Wabi-Sabi para Artistas, Diseñadores, Poetas y Filósofos

Leonar Koren - Stone Brige Press

Escrito por Leonar Koren, un arquitecto que, siendo fiel a sus principios filosóficos, rechazo diseñar estructuras de gran tamaño con ideal de permanencia, para solamente construir un rústico pabellón dedicado a la ceremonia del té. Sin dejar a un lado su potencial creativo, Koren encontró una vía para transmitir esos principios estéticos-filosóficos-espirituales de la cultura japonesa, que cambiaron el rumbo de su vida.

Este libro que ahora les presento, es otro de los libros que me acompañan y disfruto de compartir. Publicado por primera vez en 1994, por Stone Brige Press, en Berkeley, California. Posteriormente sería traducido al castellano por Margarita Kirchner, para ser publicado en este idioma por Sd.edicions, una pequeña editorial con sede en la ciudad de Barcelona, con la cual ya ha alcanzado su 5º reedición.

En las 95 páginas del libro, diseñadas y maquetadas por el propio Leonar, los párrafos se alternan con fotografías en blanco, grises y negro. Sus amplios márgenes y tipografía espaciada en tonos grises, facilitan la lectura de este excelente ensayo filosófico sobre el wabi-sabi.

Para que se animen a leerlo, les copio algunas de las líneas que tengo subrayadas:

Leonar Koren - Stone Brige Press

De la página 40:

El Universo Wabi-Sabi – Valores Espirituales:

  • La verdad proviene de la observación de la naturaleza
  • La “grandeza” existe en los detalles desconocidos y desapercibidos
  • Puede hallarse belleza en la fealdad

De la página 50:

El wabi-sabi no trata de flores maravillosas, árboles majestuosos, o escarpados paisajes. El wabi-sabi es lo intrascendente y lo oculto, lo provisional y lo efímero: cosas tan sutiles y evanescentes que resultan invisibles para la mirada ordinaria. “…para experimentar el wabi-sabi hay que aflojar el paso, ser paciente, y mirar muy de cerca.”

De la página 57:

Obviamente, llevar una vida simple wabi-sabi requiere algunos esfuerzos y también algunas decisiones difíciles. El wabi-sabi reconoce que es tan importante saber cuándo elegir, como saber cuándo “no” elegir: dejar que las cosas ocurran. Incluso en el nivel más austero de existencia material, seguimos viviendo en un mundo de cosas. El wabi-sabi versa precisamente sobre el delicado equilibrio entre el placer que nos proporcionan las cosas y el placer que conseguimos al liberarnos de ellas.

Luna y paisaje en Tenerife Norte

Quisiera concluir con una frase que escuché por primera vez de uno de mis maestros de pintura, durante mis años de formación en Bellas Artes en México. Al principio, pensé que se trataba de uno de los tantos refranes de la cultura mexicana. Años más tarde, supe que había sido escrita por el arquitecto y antropólogo Alex Von Wuthenau, como una reflexión que le surgió a raíz de su encuentro con el diseño tradicional mexicano. Una frase, que a mi parecer, guarda estrecha afinidad con los principios del wabi-sabi.

“Vale más la gracia de la imperfección que la perfección sin gracia”

Poder y Sensibilidad


María Eugenia Manrique Poder y Sensibilidad

LA EMPERATRIZ REGENTE ZISHÍ 慈禧 (1835 – 1908)

A las puertas de la primavera, antes de que finalice este mes de marzo, en que se celebra el día internacional de la mujer trabajadora, quisiera presentar a una mujer que ejerció, durante más de 40 años, un alto poder político en la historia del imperio chino.

Pertenecía a una familia humilde, de origen manchú, y al nacer recibió el nombre de Pequeña Orquídea. Con solo 17 años,  fue elegida concubina en 5º grado del emperador Xianfeng  y al dar a luz al único heredero varón del emperador, ascendió al 2º grado, momento en que cambiaría su nombre por Zishí < Emperatriz del Palacio Occidental>, para comenzar así, su controvertida historia de poder.

Al inicio de la película “El Último Emperador”, tuvimos la oportunidad de ver una representación de la emperatriz regente, cuando estratégicamente, enviaba a buscar al hijo de su sobrino, el pequeño Pu Yi, quien con poco menos de tres años, ella decidiría nombrarlo emperador.

Aunque su vida política seguramente nos puede resultar interesante, los aspectos que deseo destacar de la emperatriz son los de calígrafa y pintora, en los que se amalgaman de alguna manera Poder y Sensibilidad.

María Eugenia Manrique

Al margen de sus actividades políticas, la emperatriz se dedicaba a la práctica de la pintura. En sus obras, realizadas con esmero, dejó clara su predilección por los temas de flores y pájaros, género conocido en la Pintura Tradicional China como Hua Niao . Particularmente, la pintura de flores y pájaros se entiende como una representación simbólica, de las relaciones de coexistencia entre los sentimientos humanos. Las emociones, los estados de ánimo y el propio temperamento, podrían encontrar su equilibrio, entre la quietud expansiva de las flores y la imprevisible libertad del vuelo de los pájaros.

Es las composiciones de la emperatriz, predomina el orden y la delicadeza de las pinceladas. Su espíritu radica más en la sutileza que en la espontaneidad, una sutileza que se afianza en el control de una técnica próxima a la perfección. Sus pensamientos, traducidos en trazos caligráficos, acompañan o reafirman poéticamente, los tiempos de retiro interior. Espacios de creación, necesarios para apartarse de los ruidos externos y reencontrarse con su propia esencia.

Sin embargo, cuando llegaba el momento de concluir la pintura, en lo más alto y siempre al centro, la emperatriz imprimía su gran sello, como queriendo expresar la importancia del poder por encima de la sensibilidad.

De todas las pinturas que conozco de la emperatriz, hay una en particular que se diferencia por unos trazos más expresivos y el simbolismo que pudiese guardar. Es una obra cuyo original, forma parte de la colección del Museo Oriental de Valladolid. La pintura muestra una flor de loto dentro de una maceta sobre una mesa vertical. Lo primero que destaca es la ausencia de la caligrafía. Al no estar acompañada de un texto, cabe entender que la imagen ha de expresarse por sí sola, de allí que nos anime a establecer una relación simbólica en esta obra.

Con relación a sus otras obras, en ésta se observan más sellos de lo habitual, los cuales son una referencia de su importancia y de las diferentes personas a las que ha pertenecido.

María Eugenia Manrique

La flor de loto, sin lugar a dudas, representa la pureza capaz de nacer en aguas pantanosas. Símbolo budista por el que todo ser humano puede salir de la ciénaga, para elevarse hacia el zenit, encontrar la claridad y mostrar un espíritu puro. Un detalle particular, es el que haya pintado la flor dentro de una maceta, apartada de su entorno natural, como mostrando que también existe la posibilidad de crecer en otros entornos, condicionados dentro de espacios limitados.

Otro aspecto simbólico que se destaca en esta obra, es la mesa que sostiene la maceta con el loto. Sus patas son ramas de un ciruelo florido, una de las plantas con mayor simbolismo en la pintura china. Principalmente, representa la capacidad de florecer en medio de las adversidades. Cuando ante el clima frío del invierno, las demás flores esperan en su letargo la llegada de la primavera, solo en los recios troncos del ciruelo, pequeñas flores se abren con delicada entereza, mostrando la capacidad cíclica de renovación de la vida.

De las diferentes interpretaciones que se han dado a esta pintura, creo que la del religioso agustino Blas Sierra de la Calle, fundador y director del Museo Oriental de Valladolid, es la más acertada. Relaciona el simbolismo de esta obra con el momento político que vivía la emperatriz a finales de la dinastía Qing, última de las dinastías del imperio chino:

Pintado a finales del S. XIX, esta obra podría simbolizar un deseo de la emperatriz Zishí doblemente expresado: por un lado, que la dinastía Qing – en el ocaso de su historia- al igual que le flor de loto, encontrase nuevas fuerzas para renacer del fango (haciendo alusión a las múltiples corrupciones en la administración); y por otro, que su dinastía pudiese florecer como el ciruelo, a pesar de la vejez del árbol y de la adversidad del invierno.

La formación de la emperatriz en las artes de la caligrafía y la pintura, está relacionada con los principios del confucionismo. Según Confucio, independientemente de su origen,  las personas que se preparaban para gobernar, debían recibir una educación integral, en la que se contemplaba especialmente la práctica de las artes, como la caligrafía, la pintura, la música, etc. Gracias a esta formación, los gobernantes podrían desarrollar las virtudes necesarias, para ejercer sus cargos de poder dentro de la honestidad y la sensibilidad.

Entiendo que el Poder se alcanza o se hereda, pero y la Sensibilidad? Podríamos quizás entenderla como una virtud innata que hemos de desarrollar para combatir los delirios del poder?. Entonces, ¿Es que acaso el poder anula la sensibilidad?

Ciertamente, creo que el mundo sería diferente si aquellos que gobiernan practicaran alguna de estas artes. Porque en ellas podrían encontrar el equilibrio necesario entre Poder y Sensibilidad, tan necesario en nuestro mundo actual.

Zhù 竹 – El BAMBÚ

Zhú - El bambú

El bambú es el 1º de los cuatro honorables caballeros, encargado de abrir las puertas de entrada a los que buscamos recorrer los senderos de la tinta y el pincel.

Gracias al bambú, además de aprender las primeras pinceladas, nos adentrarnos en la esencia más importante del viaje. Por ello, desde el inicio, hemos de mantener la mente serena para poder escucharle.

La primera enseñanza que recibí del bambú fue, no apresurar el proceso de aprendizaje para tener una base segura que me facilite, llegado el momento, disfrutar de la energía expansiva del crecimiento. Es así como crece el bambú: Una vez sembrado, el bambú pasará cerca de siete años formando sus raíces. Sin siquiera un leve indicio de su existencia, es difícil prever que este elegante caballero se prepara para salir a la superficie y sorprender al mundo con su presencia.

Ese tiempo aparentemente extenso, será el que le permitirá, una vez que surgen los primeros brotes, comenzar a crecer con tal seguridad, que puede llegar a aumentar su tamaño hasta un metro cada día!

Al igual que el tiempo que jamás regresa, el bambú crece sin detenerse ni retroceder. Contiene tal energía, que podrá regenerarse una y otra vez, sin necesidad de ser replantado.

Si nos permitimos el tiempo necesario, para desarrollar a profundidad nuestras propias raíces, obtendremos la firmeza y la seguridad para crecer, tal y como nos muestra el bambú.

Como 1º caballero, también nos enseña que poseemos la capacidad de sobreponernos a las adversidades sin perder nuestra integridad individual: La fortaleza de su estructura, no le impide ser flexible y dejarse mover por el viento. En invierno, cuando la nieve se acumula en sus ramas y hojas, hasta llegar a doblarlas, el bambú se levanta nuevamente sin tensión, permitiendo que la nieve caiga con un movimiento natural, es así como fuerza y flexibilidad se articulan en el bambú.

Cuando nos adentramos en un bosque de bambú, su frondoso verdor nos refresca visualmente, acompañándonos con el cadencioso movimiento de sus ramas, acompasadas con el sonido del viento.

Su presencia nos sugiere constancia, tenacidad y adaptabilidad. Valiosa combinación de virtudes que hemos de tener presente al pintarlo, para alcanzar la entereza de su espíritu y desarrollar sus cualidades.

Chüen Yin, monje budista de la dinastía Yuan escribió: “Cuando experimentamos emociones fuertes o sentimos contención interior, es el momento de pintar bambú”.

Zhú hacia el cielo

Las cañas de bambú crecen verticalmente hacia el cielo. En su curso, se observan claras divisiones señaladas entre nudos.  Estas divisiones son comparables a las etapas de nuestra vida. Aunque a veces no las tenemos claramente señaladas, si reflexionamos, podremos observar las fases o etapas que hemos transcurrido. Así pintamos las cañas de bambú; de una sola pincelada, con una misma energía, el pincel se detiene y continúa en cada fase de su crecimiento.

Entre nudo y nudo, el espacio vacío. La vacuidad del pensamiento, que simboliza tanto en el budismo como en el taoísmo, la meta del camino interior. Vacío que hemos de desarrollar, para poder recibir el aliento que nos nutre y fortalece.

“Las flautas de bambú son huecas y vacías, pero su contenido es inagotable”.

Es complejo describir mis sentimientos al pintar bambú. Solo puedo expresarle mi agradecimiento en cada pincelada y, una vez concluido el último trazo, escribir a su lado las palabras que cual poesía, surgen en mi corazón al momento de pintarle. Porque al bambú, le alimentan los trazos de la poesía…